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sábado, 1 de octubre de 2011

Las tres ecologías, Felix Guattari

 
Resumen extraido de la Revista Luna Azul:
 http://lunazul.ucaldas.edu.co/index2.php?option=com_content&task=view&id=269&I
 Visita: 3/10/2011



LAS TRES ECOLOGÍAS
Félix Guattari. Valencia: Pretextos, 1990. 79 p.
Luz Elena Sepúlveda Gallego
Profesora Universidad de Caldas
La mayoría de los discursos ambientalistas y ecologístas y de las banderas verdes en nuestro país se han fundamentado y tienden hacia lo que Félix Guattari denomina la ecología medioambiental. Sus proclamas son fiel calco del mensaje ambientalista del primer mundo, del afán de conservación para el Tercer Mundo en probable detrimento y, eso sí, sin el reconocimiento del humano que hace y usa su hábitat en el Tercer Mundo.
La esquizofrenia de los países primermundistas en lo referente a la temática ambiental, expresada en la
dicotomía entre sus discursos conservacionistas y sus actitudes francamente consumistas nos inunda y
responsabiliza de generar un desarrollo sostenible y conservacionista aún en contradicción con su modelo
ideal de “desarrollo” basado en el crecimiento económico.
Desde el Tercer Mundo, nuestro país es un buen ejemplo para demostrar el desfase entre la ecología
medioambiental expresada en las políticas gubernamentales, las características de nuestra sociedad y las
de cada uno de los individuos que aquí habitamos; tenemos unas de las mejores legislaciones ambientales
del mundo, somos un país de leyes, de hermosas leyes que no se cumplen; por otro lado, nuestra sociedad,
cada uno de nosotros, reclama convivencia pacífica, igualdad de oportunidades, equidad social, bienestar:
hechos, cambios tangibles.
Félix Guattari en su texto “Las tres ecologías” nos invita a reconceptualizar lo que hasta ahora se ha
abordado de manera disgregada: la ecología social, la ecología mental y la ecología medioambiental bajo
una égida ético-estética, denominada por él, ecosofía.
Para Guattari, la transformación técnico-científica y con ella el serialismo massmediático, tendiente al
desequilibrio ecológico encuentra alternativa de solución en la articulación ético-política de los tres registros
ecológicos; medio ambiente, relaciones sociales y subjetividad.
Guattari considera que la ecología medioambiental que ha reinado puede fácilmente asimilarse a un grupo
de personas amantes de la naturaleza; pero de acuerdo a su propuesta, la ecología debe ir más allá al
poder cuestionar el conjunto de la subjetividad y de las formaciones de poderes capitalísticos para que con
nuevos operadores lógicos se propongan caminos alternos al Capitalismo Mundial Integrado.
La primacía de la perspectiva tecnocrática se expresa en el imperio del mercado mundial que adjudica igual
valor a los bienes materiales, culturales y naturales; y en el dominio de las máquinas policiales y militares.
Esta primacía, y por ende el Capitalismo Mundial Integrado, vive una gran paradoja: por un lado el
desarrollo técnico-científico que parece tener suficiente potencial como para superar las diferencias sociales
y por otro, la imposibilidad operativa del mismo demostrada en las inequitativas relaciones norte-sur y en la
tercermundización de los países desarrollados.
Los medios de comunicación, que para Guattari son un discurso sedativo, fomentan la negativa a
enfrentarse a los tres dominios de la ecosofía, y la imposibilidad de pensar “transversalmente las
interacciones entre ecosistema, mecanosfera y Universo de referencias sociales e individuales” pues
refuerzan actitudes segregadoras; además, fabrican tres tipos de subjetividad: la serial (asalariados), la de
los no asegurados y la elitista o de Poder.
El capitalismo postindustrial, denominado por Guattari Capitalismo Mundial Integrado, se fundamenta en
cuatro regímenes semióticos: el económico, el jurídico, el técnico-científico y el de subjetivación
(introyección del poder represivo por parte de los oprimidos).
La ecología social ocupada en la reconstrucción de las relaciones humanas y la ecología mental, deberían
cultivar el disenso y la producción singular de la existencia; es necesario pues, sustituir las reinantes formas
de compromiso religioso, político y asociativo por dispositivos analíticos y productores de subjetividad.
Guattari en esta cartografía nos reterritorializa en la articulación de una subjetividad naciente, una sociedad
mutante y un medio ambiente interacturante; la primera en cuanto a producción de la subjetividad, la
segunda como reconocimiento a las constantes transformaciones sociales y la tercera como una ecología
maquínica.










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Texto Extraido de:
www.arteuna.com/talleres/lab/.../FelixGuattariLastresecologas.pdf


Visita: 3/10/2011
Adaptado para este Blog por XTR

LAS TRES
ECOLOGIAS
Felix Guattari






2      Atención:....esta enumeración corresponde al número de página de la obra, las notas van entre  paréntesis.

3                        

                         
LAS TRES ECOLOGIAS
Felix Guattari
Traduccion de
Jose Vasquez Perez
Y
Umbelina Larraceleta
PRE-TEXTOS


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1ª Edicion: octubre 1990
2ª Edicion: abril 1996
Titulo original en lengua francesa:
Les trios ecologies
¨Ï Editions Galilee, Paris, 1989
Traduccion: Jose Perez y Umbelina Larraceleta
Diseno cubierta: Pre-Textos (S. G. E.)
¨Ï de la presente edicion:
PRE-TEXTOS, 1996
Luis Santangel, 10
46005 Valencia
Impreso en Espana / Printed in Spain
ISBN: 84-87101-29-1
Deposito legal: v. 1513-1996
T. G. RIPOLL, S. A. .Tel (96) 132 40 85 . Pol. Ind. Fuente del
Jarro 46988 Paterna (Valencia)
5


6
¡ìAsi como existe una ecologia
de las malas hierbas existe
una ecologia de las malas ideas!
Gregory Bateson(1)
(1)Vers: ecologie de l'esprit, tomo II, Paris, Le Senil, 1980



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EL PLANETA TIERRA vive un periodo de intensas transformaciones tecnico-cientificas como
contrapartida de las cuales se han engendrado fenomenos de desequilibrio ecologico que amenazan, a corto plazo, si no se le pone remedio,
la implantacion de la vida sobre su superficie.
Paralelamente a estas conmociones, los modos de
vida humanos, individuales y colectivos,
evolucionan en el sentido de un progresivo
deterioro. Las redes de parentesco tienden a
reducirse al minimo, la vida domestica esta
gangrenada por el consumo ¡ìmass-mediatico¡í, la
vida conyugal y familiar se encuentra a menudo
¡ìosificada¡í por una especie de estandarizacion de
los comportamientos, las relaciones de vecindad
quedan generalmente reducidas a su mas pobre expresion... La relacion de la subjetividad con su exterioridad ya sea social, animal, vegetal, cosmica se ve asi comprometida en una especie de movimiento general de implosion y de


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infantilizacion regresiva. La alteridad tiende a perder toda aspereza. El turismo, por ejemplo, se
resume con frecuencia a un viaje in situ en el seno
de las mismas redundancias de imagenes y de
comportamiento.
Las formaciones politicas y las instancias
ejecutivas se muestran totalmente incapaces de
aprehender esta problematica en el conjunto de
sus implicaciones. Aunque recientemente hayan
iniciado una toma de conciencia parcial de los
peligros mas llamativos que amenazan el entorno
natural de nuestras sociedades, en general se
limitan a abordar el campo de la contaminacion
industrial, pero exclusivamente desde una
perspectiva tecnocratica, cuando en realidad solo
una articulacion etico-politica que yo llamo
ecosofia entre los tres registros ecologicos, el del
medio ambiente, el de las relaciones sociales y el
de la subjetividad humana, seria susceptible de clarificar convenientemente estas cuestiones.
El problema es saber de que forma se va a vivir de aqui en adelante sobre este planeta, en el
contexto de la aceleracion de las mutaciones


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tecnico-cientificas y del considerable crecimiento demografico. Las fuerzas productivas, debido al
desarrollo continuo del trabajo maquinico,
desmultiplicado por la revolucion informatica, van
a liberar una cantidad cada vez mayor del tiempo
de actividad humana potencial.(2).  Pero con que fin?
El del paro, la marginalidad opresiva, la soledad,
la ociosidad, la angustia, la neurosis, o bien el de
la cultura, la creacion, la investigacion, la
reinvencion del entorno, el enriquecimiento de los
modos de vida y de sensibilidad? En el Tercer
Mundo, como en el mundo desarrollado, capas
enteras de la subjetividad colectiva se desmoronan
o se repliegan sobre arcaismos, como ocurre, por
ejemplo, con la temible exacerbacion de los
fenomenos de integrismo religioso.
La verdadera respuesta a la crisis ecologica solo podra hacerse a escala planetaria y a condicion de que se realice una autentica revolucion politica, social y cultural que reoriente los objetivos de la produccion de los bienes

(2) En la fabrica Fiat, por ejemplo, la mano de obra asalariada paso de 140.000 a
60.000 obreros en una decena de años, mientras que la productividad aumentaba
el 75%.




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materiales e inmateriales. Asi pues, esta revolucion no solo debera concernir a las relaciones de
fuerzas visibles a gran escala, sino tambien a los
campos moleculares de sensibilidad, de
inteligencia y de deseo. Una finalizacion del
trabajo social regulado de forma univoca por una
economia del beneficio y por relaciones de poder
solo conduciria, en el presente, a dramaticos
callejones sin salida. Es evidente en lo absurdo de
las tutelas economicas que pesan sobre el Tercer
Mundo y que conducen a algunas de sus regiones a
una pauperizacion absoluta e irreversible. Es
igualmente evidente en paises como Francia,
donde la proliferacion de centrales nucleares hace
que una gran parte de Europa tenga que soportar el
riesgo que conllevan posibles accidentes del tipo
Chernobil. Por no hablar del caracter casi delirante del almacenamiento de miles de cabezas nucleares
que, al menor fallo tecnico o humano, podrian conducir de forma mecanica a una exterminacion
colectiva. En cada uno de estos ejemplos aparece la misma denuncia de los modos dominantes de
valoracion de las colectividades humanas, a saber:
1) el del imperio de un mercado mundial que lamina los sistemas particulares de valor, que situa


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en un mismo plano de equivalencia: los bienes materiales, los bienes culturales, los espacios
naturales, etc.; 2) el que situa el conjunto de las relaciones sociales y de las relaciones
internacionales bajo el dominio de las maquinas
policiales y militares. En esta doble pinza, los
Estados ven como su papel tradicional de
mediacion se reduce cada vez mas, y a menudo se
ponen al servicio conjugado de las instancias del
mercado mundial y de los complejos mili-taroindustriales.
Esta situacion es tanto mas paradojica cuanto
que la epoca en la que el mundo estaba situado
bajo la egida de un antagonismo Este-Oeste,
proyeccion ampliamente imaginaria de las oposiciones clase obrera-burguesia en el seno de los paises capitalistas, esta a punto de pertenecer al pasado. Quiere esto decir que los nuevos desafios multipolares de las tres ecologias sustituiran pura y simplemente a las antiguas
luchas de clase y a sus mitos de referencia? Por supuesto, una sustitucion de ese tipo no sera tan
mecanica! Ahora bien, parece sin embargo probable que esos desafios, que corresponden a


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una complejidad cada vez mayor de los contextos
sociales, economicos e internacionales, tenderan a
pasar cada vez mas al primer plano.
Los antagonismos de clase heredados del siglo
xix han contribuido inicialmente a forjar campos
homogeneos bipolarizados de subjetividad. Mas
tarde, durante la segunda mitad el siglo xx, a
traves de la sociedad de consumo, el welfare, los
¡ìmedia¡í..., la subjetividad obrera pura y dura se
ha desmoronado. Y aunque las segregaciones y las
jerarquias jamas hayan sido tan intensamente
vividas, una misma coraza imaginaria recubre
ahora el conjunto de las posiciones subjetivas. Un
mismo sentimiento difuso de pertenencia social ha descrispado las antiguas conciencias de clase.
(Dejo aqui de lado la constitucion de polos subjetivos violentamente heterogeneos como los que surgen en el mundo musulman). Por su parte, los llamados paises socialistas tambien han introyectado los sistemas de valor unidimensionalizantes¡ de Occidente. El antiguo igualitarismo de fachada de mundo comunista da
paso asi al serialismo mass-mediatico¡ (el mismo


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ideal de standing, las mismas modas, el mismo tipo de musica rock, etc.). En lo que concierne al eje Norte-Sur dificilmente podemos imaginar que la situacion pueda mejorar
de forma notable. Por supuesto, en un
determinado plazo de tiempo es concebible que la
progresion de las tecnicas agroalimentarias permita
modificar los supuestos teoricos del drama del
hambre en el mundo. Pero, entretanto, sobre el
terreno, seria completamente ilusorio pensar que
la ayuda internacional, tal como se concibe y se
presta en la actualidad, consiga resolver de forma
duradera algun problema. La instauracion a largo
plazo de inmensas zonas de miseria, de hambre y
de muerte parece desde ahora formar parte integrante del monstruoso sistema de estimulacion¡ del Capitalismo Mundial Integrado. En cualquier caso, sobre ella reposa la implantacion de las Nuevas Potencias Industriales, nucleos de hiperexplotacion, como Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur, etcetera.


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En el seno de los paises desarrollados encontramos ese mismo principio de tension social
y de ¡ìestimulacion¡í por la desesperacion con la
instauracion de zonas cronicas de paro y de una
marginalizacion de una parte cada vez mayor de
los jovenes, de los viejos, de los trabajadores
¡ìparcializados¡í, devaluados, etcetera.
Asi, hacia donde quiera que uno mire encuentra
esa misma paradoja lancinante: por un lado, el
desarrollo continuo de nuevos medios tecnicocientificos,
susceptibles potencialmente de
resolver las problematicas ecologicas dominantes y el reequilibrio de las actividades socialmente utiles
sobre la superficie del planeta y, por otro, la incapacidad de las fuerzas sociales organizadas y de las formaciones subjetivas constituidas de amparar-se de esos medios para hacerlos operativos.
Y, sin embargo, uno puede preguntarse si esta fase paroxistica de laminacion de las subjetividades, de los bienes y de los entornos, no esta abocada a entrar en una fase de declive. Por todas partes surgen reivindicaciones de


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singularidad; los signos mas visibles a este respecto, aparecen en la multiplicacion de las reivindicaciones nacionalitarias, ayer todavia marginales, y que hoy en dia ocupan cada vez mas
el primer plano de las escenas politicas.
(Destaquemos, en Corcega como en los paises
Balticos, la conjuncion entre las reivindicaciones
ecologicas y autonomistas). Mas tarde o mas
temprano, este auge de las cuestiones
nacionalitarias probablemente conducira a
modificar profundamente las relaciones Este-Oeste
y, en particular, la configuracion de Europa, cuyo
centro de gravedad podria derivar decisivamente
hacia un Este neutralista.
Las oposiciones dualistas tradicionales que han
guiado el pensamiento social y las cartografias
geopoliticas estan caducas. Las situaciones
conflictivas continuan, pero introducen sis-temas
multipolares incompatibles con enrolamientos bajo
banderas ideologicas maniqueistas. Por ejemplo, la oposicion entre Tercer Mundo y mundo desarrollado ya no tiene ningun sentido. Lo hemos visto con esas Nuevas Potencias Industriales cuya productividad ya no se puede comparar con la de


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los tradicionales bastiones industriales del Oeste,
pero este fenomeno va unido a una especie de
tercermundizacion interna en los paises
desarrollados, que a su vez va unida a una
exacerbacion de las cuestiones relativas a la
inmigracion y al racismo. Que nadie se engane, la
gran confusion a proposito de la unificacion
economica de la Comunidad Europea no frenara en
modo alguno esa tercermundizacion de zonas
considerables de Europa.
Otro antagonismo transversal al de las luchas de
clase sigue siendo el de las relaciones
hombre/mujer. A escala planetaria, la condicion
femenina no parece que haya mejorado. La
explotacion del trabajo femenino, correlativa a la
del trabajo de los ninos, no tiene nada que envidiar a los peores periodos del siglo xix. Y, sin embargo,
una revolucion subjetiva rampante no ha cesado de trabajar la condicion femenina durante estos dos
ultimos decenios. Aunque la independencia sexual de las mujeres, en relacion con la disponibilidad de
medios anticonceptivos y de aborto, se haya desarrollado muy desigualmente, aunque el auge de los integrismos religiosos no cese de generar


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una minorizacion de su estado, un cierto numero de indices conducen a pensar que las transformaciones de larga duracion en el sentido
de Fernand Braudel ya se estan produciendo (la
designacion de mujeres como jefes de Estado, la
reivindicacion de paridad hombre-mujer en las
instancias representativas, etcetera).
La juventud, aunque este aplastada en las
relaciones economicas dominantes que le confieren
un lugar cada vez mas precario y manipulada
mentalmente por la produccion de subjetividad
colectiva de los medios de comunicacion, no por ello deja de desarrollar sus propias distancias de
singularizacion respecto a la subjetividad normalizada. A este respecto, el caracter transnacional de la cultura rock es totalmente significativo, al desempenar el papel de una especie de culto iniciatico que confiere una pseudoidentidad cultural a masas considerables de jovenes y les permite crearse un minimo de
Territorios existenciales. En estos contextos de fragmentacion, de descentramiento, de desmultiplicacion de los


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antagonismos y de los procesos de singularizacion surgen las nuevas problematicas ecologistas.
Entendamonos bien, yo no pretendo de ningun
modo que esten llamadas a ¡ìrecubrir¡í las otras
lineas de fracturas moleculares, pero me parece
que reclaman una problematizacion transversal a
ellas.
Si ya no se trata, como en los periodos anteriores,
de lucha de clase o de defensa de la ¡ìpatria del
socialismo¡í, de hacer funcionar una ideologia
univoca, es concebible, por el contrario, que la
nueva referencia ecosofica indique lineas de
recomposicion de las praxis humanas en los
dominios mas variados. A todas las escalas
individuales y colectivas, tanto en lo que respecta
a la vida cotidiana como a la reinvencion de la democracia, en el registro del urbanismo, de la creacion artistica, del deporte, etc., siempre se trata de interesarse por lo que podrian ser dispositivos de produccion de subjetividad que van en el sentido de una resingularizacion individual y/o colectiva mas bien que en el de una fabricacion mass-mediatica¡ sinonimo de angustia y de desesperacion. Perspectiva que no excluye


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totalmente la definicion de objetivos unificadores tales como la lucha contra el hambre en el mundo,
el freno de la desforestacion o la proliferacion
ciega de las industrias nucleares. Ahora bien, aqui
ya no puede tratarse de consignas estereotipadas,
reduccionistas, que eliminan otras problematicas
mas singulares y que implican la promocion de
lideres carismaticos.
Una misma intencion etico-politica atraviesa los
problemas del racismo, del falocentrismo, de los
desastres legados por un urbanismo
pretendidamente moderno, de una creacion
artistica liberada del sistema del mercado, de una
pedagogia capaz de inventar sus mediadores sociales, etc. Esta problematica es, a fin de cuentas, la de la produccion de existencia humana en los nuevos contextos historicos.
La ecosofia social consistira, pues, en desarrollar practicas especificas que tiendan a modificar y a reinventar formas de ser en el seno de la pareja, en el seno de la familia, del contexto urbano, del trabajo, etcetera. Por supuesto, seria inconcebible pretender volver a formulas anteriores, que


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corresponden a periodos en los que a la vez la densidad demografica era mas debil y la densidad de las relaciones sociales mas fuerte que en la actualidad. Pero se tratara de reconstruir
literalmente el conjunto de las modalidades del
ser-en-grupo. Y no solo mediante intervenciones
¡ìcomunicacionales¡í, sino mediante mutaciones
existenciales que tienen por objeto la esencia de la
subjetividad. En este dominio, no nos limitaremos
a recomendaciones generales, sino que
emplearemos practicas efectivas de
experimentacion tanto a los niveles microsociales
como a mayores escalas institucionales.
Por su parte, la ecosofia mental se vera obligada
a reinventar la relacion del sujeto con el cuerpo, el fantasma, la finitud del tiempo, los ¡ìmisterios¡í de
la vida y de la muerte. Se vera obligada a buscar antidotos a la uniformizacion ¡ìmass-mediatica¡í y
telematica, al conformismo de las modas, a las manipulaciones de la opinion por la publicidad, los sondeos, etc. Su forma de actuar se aproximara mas a la del artista que a la de los profesionales psy!, siempre obsesionados por un ideal caduco de cientificidad.


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En estos dominios nada se disputa en nombre de la historia, en nombre de determinismos infraestructurales. La implosion barbara no queda
excluida en absoluto. Y si no se produce esa
reactivacion ecosofica (cualquiera que sea el
nombre que se le quiera dar), si no se produce una
rearticulacion de los tres registros fundamentales
de la ecologia, desgraciadamente se puede
presagiar el ascenso de todos los peligros: los del
racismo, del fanatismo religioso, de los cismas
nacionalitarios que tienden hacia nuevas posturas
reaccionarias, los de la explotacion del trabajo de
los ninos, de la opresion de las mujeres...
Intentemos, ahora, estudiar mas detalladamente las implicaciones de una perspectiva ecosofica de este tipo sobre la concepcion de la subjetividad. El sujeto no es evidente; no basta pensar para ser, como lo proclamaba Descartes, puesto que muchas otras formas de existir se instauran fuera de la conciencia, mientras que cuando el pensamiento se empeña obstinadamente en aprehenderse a si mismo, se pone a girar como una peonza loca, sin captar ninguno de los Territorios reales de la


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existencia, los cuales, por su parte, derivan los unos en relacion con los otros, como placas tectonicas bajo la superficie de los continentes.
Mas bien que de sujeto, quiza convendria hablar de
componentes de subjetivacion, cada uno de los
cuales trabaja por su propia cuenta. Lo que
conduciria necesariamente a reexaminar la
relacion entre el individuo y la subjetividad, y, en
primer lugar, a separar claramente los conceptos.
Estos vectores de subjetivacion no pasan
necesariamente por el individuo; en realidad, este
esta en posicion de terminal¡ respecto a procesos
que implican grupos humanos, conjuntos socioeconomicos, maquinas informaticas, etc. Asi, la interioridad se instaura en el cruce de multiples
componentes relativamente autonomos los unos en relacion con los otros y, llegado el caso, francamente discordantes.
Se que una argumentacion de este tipo todavia es dificil de aceptar; sobre todo en contextos en los que continua reinando una sospecha, es decir, un rechazo de principio, respecto a cualquier referencia especifica a la subjetividad. Ya sea en nombre de la primacia de las infraestructuras, de


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las estructuras o de los sistemas, la subjetividad no tiene buena prensa, y los que se interesan por ella,
en la practica o en la teoria, en general solo la
abordan con pinzas, con infinitas precauciones,
cuidando mucho de no alejarla nunca demasiado
de paradigmas pseudocientificos, tomados,
preferentemente, de las ciencias duras: la
termodinamica, la topologia, la teoria de la
informacion, la teoria de los sistemas, la
linguistica, etc. Sucede como si un Super-ego
cientifista exigiera reificar las entidades psiquicas
e impusiera aprehenderlas solamente a traves de
coordenadas extrinsecas. En tales condiciones, no
debe sorprendernos que las ciencias humanas y las ciencias sociales se hayan condenado ellas mismas a no alcanzar las dimensiones intrinsecamente evolutivas, creadoras y autoposicionantes de los procesos de subjetivacion. Sea como fuere, me parece urgente deshacerse de todas las referencias y metaforas cientifistas para forjar nuevos paradigmas que seran mas bien de inspiracion etico-estetica. Por otra parte, las mejores cartografias de la psique o, si se quiere, los mejores psicoanalisis,  no han sido hechos por
Goethe, Proust, Joyce, Artaud y Beckett, mas bien


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que por Freud, Jung y Lacan? Despues de todo, la parte literaria en la obra de estos ultimos
constituye lo mejor que subsiste de ellos (por ejemplo, la Traumdeutung de Freud puede ser
considerada como una extraordinaria novela
moderna).
Nuestra critica del psicoanalisis, a partir de la
creacion estetica y de implicaciones eticas, no
presupone sin embargo una ¡ìrehabilitacion¡í del
analisis fenomenologico que, en nuestra
perspectiva, se encuentra mutilado por un
¡ìreduccionismo¡í sistematico que lo conduce a
limitar sus objetos a una pura transparencia
intencional. Por mi parte, he llegado a considerar
que la aprehension de un hecho psiquico es inseparable del Agenciamiento de enunciacion que le hace tomar cuerpo, como hecho y como proceso expresivo. Una especie de relacion de incertidumbre se establece entre la aprehension del objeto y la aprehension del sujeto, que impone, para articularlos, que no pueda evitarse un circunloquio pseudonarrativo, por medio de mitos de referencia, de rituales de todo tipo, de
descripciones con pretension cientifica, cuya


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finalidad sera enmarcar una puesta en escena disposicional, una puesta en existencia, que autorice,
en ¡ìsegundo¡í lugar, una inteligibilidad discursiva.
No se trata aqui de una recuperacion de la distincion
pascaliana entre ¡ìespiritu de geometria¡í y
¡ìespiritu de agudeza¡í. Estos dos modos de
aprehension ya sea por el concepto, ya sea por el
afecto y el percepto son, en efecto, absolutamente
complementarios. Por medio de ese circunloquio
pseudonarrativo, solo se pretende desplegar una
repeticion soporte de existencia, a traves de ritmos
y de ritornelos de una infinita variedad. El discurso, o cualquier tipo de eslabon discursivo, se convierte asi en portador de una no-discursividad que, como una estela estroboscopica, anula los juegos de oposicion distintiva, tanto al nivel del contenido como al de la forma de expresion. Solo bajo esta condicion pueden ser generados y regenerados los universos de referencia incorporales que jalonan con acontecimientos
singulares el desarrollo de la historicidad individual y colectiva.
De la misma manera que en otras epocas el teatro griego, el amor cortes o las novelas de


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caballerias se impusieron como modelo, o mas bien como modulo de subjetivacion, hoy el freudismo
sigue habitando nuestras formas de sostener la
existencia de la sexualidad, de la infancia, de la
neurosis... Asi pues, aqui no pretendemos
superar¡ o liquidar definitivamente el hecho
freudiano, sino reorientar sus conceptos y sus
practicas para hacer otro uso de ellos, para
desenraizarlos de sus ataduras preestructuralistas
en una subjetividad totalmente anclada en el
pasado individual y colectivo. En adelante, lo que
estara a la orden del dia es la liberacion de campos
de virtualidad futuristas¡ y constructivistas¡. El inconsciente solo permanece aferrado a fijaciones arcaicas en la medida en que ningun comportamiento tire de el hacia el futuro. Esta tension existencial se realizara por medio de temporalidades humanas y no humanas. Por estas ultimas entiendo el desplegamiento o, si se quiere, el despliegue, de devenires animales, de devenires vegetales, cosmicos, pero tambien de devenires
maquinicos, correlativos de la aceleracion de las revoluciones tecnologicas e informaticas (asi es como vemos desarrollarse ante nuestros ojos la expansion prodigiosa de una subjetividad asistida


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por ordenador). A esto hay que anadir que conviene no olvidar las dimensiones institucionales
y de clase social que regulan la formacion y el teledirigismo¡ de los individuos y de los grupos
humanos.
En resumen, las ilusiones fantasmaticas y
miticas del psicoanalisis deben ser representadas y
desbaratadas y no cultivadas y conservadas como
jardines a la francesa! Desgraciadamente, los
psicoanalistas de hoy en dia, mas aun que los de
ayer, se escudan en lo que podriamos llamar una
¡ìestructuralizacion¡í de los complejos
inconscientes. En su teorizacion, eso conduce a una
esterilidad y a un dogmatismo insoportable y, en su
practica, eso desemboca en un empobrecimiento
de sus intervenciones, en estereotipos que los hacen impermeables a la alteridad singular de sus pacientes.
Al invocar paradigmas eticos, fundamentalmente quisiera señalar la responsabilidad y el necesario compromiso¡ no solo de los operadores psy¡, sino tambien de todos aquellos que estan en posicion de intervenir sobre las instancias psiquicas


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individuales y colectivas (a traves de la educacion, la salud, la cultura, el deporte, el arte, los medios
de comunicacion, la moda, etc.). Eticamente es
insostenible refugiarse, como esos operadores
hacen a menudo, en una neutralidad transferencial
supuestamente basada en un dominio del
inconsciente y en un corpus cientifico. De hecho,
el conjunto de los dominios psy¡ se instala en la
prolongacion y en interfase con los dominios
esteticos.
Al insistir sobre los paradigmas esteticos, quisiera
senalar que, especialmente en el registro de las
practicas ¡ìpsy¡í, todo deberia ser continuamente reinventado, habria que partir de cero, de lo contrario los procesos se fijan en una repeticion mortifera. La condicion previa a cualquier relanzamiento del analisis por ejemplo, el esquizoanalisis consiste en admitir que por regla general, y por poco que uno se dedique a
trabajarlos, los Agenciamientos subjetivos individuales y colectivos son potencialmente válidos para desarrollarse y proliferar lejos de sus equilibrios ordinarios. Sus cartografias analiticas desbordan, pues, por esencia los Territorios


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existenciales a los que estan destinadas. Con esas cartografias deberia suceder como en pintura o en
literatura, dominios en cuyo seno cada performance concreta tiene vocacion de
evolucionar, de innovar, de inaugurar aperturas
prospectivas, sin que sus autores puedan invocar
fundamentos teoricos infalibles o la autoridad de
un grupo, de una escuela, de un conservatorio o de
una academia... Work in progress! Se acabaron los
catecismos psicoanaliticos, conductistas o
sistemicos. El pueblo ¡ìpsy¡í, para converger en esta
perspectiva con el mundo del arte, se ve obligado a
deshacerse de sus batas blancas, empezando por
aquellas, invisibles, que lleva en su cabeza, en su
lenguaje y en sus formas de ser (el ideal de un
pintor no es repetir indefinidamente la misma obra
excepto el personaje de Titorelli, en el Proceso de
Kafka, ¢®que siempre pinta e identicamente el
mismo juez!). De la misma manera, cada
institucion de tratamiento, de asistencia, de
educacion, cada cura individual deberia tener como preocupacion permanente hacer evolucionar tanto su practica como sus andamiajes teoricos.


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Paradojicamente, quiza sea de las ciencias duras¡ de las que quepa esperar el cambio mas
espectacular respecto a procesos de subjetivacion.
Por ejemplo, acaso no es significativo que, en su
ultimo libro, Prigogine y Stengers invoquen la
necesidad de introducir en fisica un ¡ìelemento
narrativo¡, indispensable, segun ellos, para
teorizar la evolucion en terminos de
irreversibilidad?(3) Dicho esto, tengo la conviccion de
que la cuestion de la enunciacion subjetiva se
planteara cada vez mas a medida que se
desarrollen las maquinas productoras de signos, de
imagenes, de sintaxis, de inteligencia artificial...
Eso significa una recomposicion de las practicas
sociales e individuales que yo ordeno segun tres rubricas complementarias: la ecologia social, la ecologia mental y la ecologia medioambiental, y bajo la egida etico-estetica de una ecosofia.
Las relaciones de la humanidad con el socius, con la psique y con la naturaleza¡ tienden, en efecto, a deteriorarse cada vez mas, no solo en razon de contaminaciones y de poluciones objetivas, sino

(3) Entre le temps et leternite, Paris, Fayard, 1998, paginas. 41, 61, 67.




31
tambien por el hecho de un desconocimiento y de
una pasividad fatalista de los individuos y de los
poderes respecto a estas cuestiones consideradas
en su conjunto. Catastroficas o no, las evoluciones
negativas se aceptan como son. El estructuralismo,
mas tarde el postmodernismo, nos han
acostumbrado a una vision del mundo que evacua
la pertinencia de las intervenciones humanas que
se encarnan en politicas y micropoliticas concretas.
Las explicaciones relativas a esa decadencia de las
praxis sociales por la muerte de las ideologias y el
retomo a los valores universales me parecen poco
satisfactorias. En realidad, lo que sobre todo
conviene incriminar es la inadaptacion de las praxis
sociales y psicologicas, y tambien una ceguera
sobre el caracter enganoso de la
compartimentacion de un cierto numero de
dominios de lo real. No es justo separar la accion
de la psique, el socius y el medio ambiente. La
negativa a enfrentarse con las degradaciones de
estos tres dominios, tal como es fomentada por los
medios de comunicacion, confina a una empresa de
infantilizacion de la opinion y de neutralizacion
destructiva de la democracia. Para desintoxicarse
del discurso sedativo que en particular destilan las


32
televisiones, de aqui en adelante convendria
aprehender el mundo a traves de las tres lentes
intercambiables que constituyen nuestros tres
puntos de vista ecologicos.
Chernobil y el Sida nos han revelado brutalmente
los limites de los poderes tecnico-cientificos de la
humanidad y las ¡ìsorpresas¡í que puede reservamos
la ¡ìnaturaleza¡í. Sin duda alguna, se impone una
responsabilidad y una gestion mas colectiva para
orientar las ciencias y las tecnicas hacia finalidades
mas humanas. No podemos abandonarnos
ciegamente a los tecnocratas de los aparatos de
Estado para controlar las evoluciones y conjurar los
peligros en esos dominios, regidos, en lo esencial,
por los principios de la economia del beneficio. Por
supuesto, seria absurdo querer dar marcha atras
para intentar reconstituir las antiguas formas de
vida. Tras las revoluciones informaticas, roboticas,
tras el progreso de la ingenieria genetica y tras la
mundializacion del conjunto de los mercados, el
trabajo humano o el habitat ya nunca volveran a
ser lo que eran hace tan solo algunos decenios. La
aceleracion de las velocidades de transporte y de
comunicacion, la interdependencia de los centros


33
urbanos, estudiadas por Paul Virilio, constituyen
igualmente un estado de hecho irreversible que
convendria sobre todo reorientar. En cierto
sentido, hay que admitir que habra que ¡ìaceptar¡í
ese estado de hecho. Pero ese aceptar implica una
recomposicion de los objetivos y de los metodos
del conjunto del movimiento social en las
condiciones actuales. Para simbolizar esta
problematica, me basta evocar la experiencia que
hizo un dia Alain Bombard en la television, cuando
presento dos peceras: una llena de agua
polucionada, como la que puede recogerse en el
puerto de Marsella, y en la que se movia un pulpo
bien vivo, como animado de movimientos de
danza, la otra llena de agua de mar pura de toda
polucion. Cuando el atrapo el pulpo para volver a
meterlo en el agua ¡ìnormal¡í, al cabo de algunos
segundos se vio que el animal se replegaba, se
apagaba y moria.
Hoy menos que nunca puede separarse la
naturaleza de la cultura, y hay que aprender a
pensar ¡ìtransversalmente¡í las interacciones entre
ecosistemas, mecanosfera y Universo de referencia
sociales e individuales. De la misma manera que


34
unas algas mutantes y monstruosas invaden la
laguna de Venecia, las pantallas de television estan

saturadas de una poblacion de imagenes y de
enunciados ¡ìdegenerados¡í. Otra especie de alga,
que en este caso tiene que ver con la ecologia
social, consiste en esa libertad de proliferacion que
ha permitido que hombres como Donald Trump se
apoderen de barrios enteros de New York, de
Atlantic City, etc., para ¡ìrenovarlos¡í, aumentar los
alquileres y expulsar al mismo tiempo a decenas de
millares de familias pobres, la mayor parte de las
cuales estan condenadas a devenir homeless, el
equivalente aqui de los peces muertos de la
ecologia medioambiental. Tambien habria que
hablar de la desterritorializacion salvaje del Tercer
Mundo, que afecta conjuntamente a la textura
cultural de las poblaciones, al habitat, a las
defensas inmunitarias, al clima, etcetera. Otro
desastre de la ecologia social: el trabajo de los
ninos, ¢®que hoy dia es mas importante que en el
siglo XIX! ¢¯Como recuperar el control de esta
situacion que hace que constantemente estemos al
borde de catastrofes de autodestruccion? Las
organizaciones internacionales tienen poco control
sobre estos fenomenos que reclaman un cambio


35
fundamental de las mentalidades. La solidaridad
internacional ya solo es asumida por asociaciones
humanitarias, cuando hubo un tiempo en el que
concernia en primer lugar a los sindicatos y a los
partidos de izquierda. Por su parte, el discurso
marxista se ha devaluado (no el texto de Marx, que
conserva un gran valor). Corresponde a los
protagonistas de la liberacion social volver a forjar
referencias teoricas que iluminen una posible via
de salida a la historia, mas llena de pesadillas que
nunca, que atravesamos actualmente. Pues no solo
desaparecen las especies, sino tambien las
palabras, las frases, los gestos de la solidaridad
humana. Se utilizan todos los medios para aplastar
bajo una capa de silencio las luchas de
emancipacion de las mujeres y de los nuevos
proletarios que constituyen los parados, los
emarginatti, los inmigrantes...
Si es tan importante que las tres ecologias se
liberen, en el establecimiento de sus puntos de
referencia cartograficos, de los paradigmas
pseudocientificos, ello no solo se debe al grado de
complejidad de las entidades consideradas, sino,
mas fundamentalmente, al hecho de que ahi esta


36
implicada una logica diferente de la que rige la
comunicacion ordinaria entre locutores y auditores
y, como consecuencia, la inteligibilidad de los
conjuntos discursivos y la imbricacion indefinida de
los campos de significacion. Esta logica de las
intensidades, que se aplica a los Agenciamientos
existenciales autorreferidos y que introducen
duraciones irreversibles, no solo concierne a los
sujetos humanos constituidos en cuerpos
totalizados, sino tambien a todos los objetos
parciales, en el sentido psicoanalitico, a los
objetos transicionales, en el sentido de Winnicott,
a los objetos institucionales (los ¡ìgrupos-sujetos¡í),
a los rostros, a los paisajes, etcetera. Mientras que
la logica de los conjuntos discursivos se propone
cernir bien los objetos, la logica de las
intensidades, o ecologica, solo tiene en cuenta el
movimiento, la intensidad de los procesos
evolutivos. El proceso, que yo opongo aqui al
sistema o a la estructura, tiene por objeto la
existencia, a la vez constituyendose, definiendose
y desterritorializandose. Estos procesos de mise a
l'etre solo conciernen a ciertos subconjuntos
expresivos que han roto con su imbricacion
totalizante y se han puesto a trabajar por su propia


37
cuenta y a subyugar sus conjuntos referenciales
para manifestarse a titulo de indices existenciales,
de linea de fuga procesual...
En cada nucleo existencial parcial, las praxis
ecologicas se esforzaran en localizar los vectores
potenciales de subjetivacion y de singularizacion.
Generalmente se trata de algo que se opone al
orden ¡ìnormal¡í de las cosas, una repeticion
contrariante, un elemento intensivo que reclama
otras intensidades a fin de componer otras
configuraciones existenciales. Estos vectores
disidentes estan relativamente despojados de sus
funciones de denotacion y de significacion, para
actuar en tanto que materiales existenciales
descorporeizados. Pero cada una de esas pruebas
de suspension del sentido representa un riesgo, el
de una desterritorializacion demasiado brutal que
destruya el Agenciamiento de subjetivacion
(ejemplo, la implosion del movimiento social en
Italia a principios de los anos 1980). Por el
contrario, una desterritorializacion suave puede
hacer evolucionar los Agenciamientos segun un
modelo procesual constructivo. Ese es el nucleo


38
de todas las praxis ecologicas: las rupturas
asignificantes, los catalizadores existenciales
estan al alcance de la mano, pero en ausencia de
un Agenciamiento de enunciacion que les
proporcione un soporte expresivo, permanecen
pasivos y amenazan con perder su consistencia
(por ahi convendra buscar las raices de la
angustia, de la culpabilidad y, de una manera
general, de todas las reiteraciones
psicopatologicas). En el caso de la figura de los
Agenciamientos procesuales, la ruptura expresiva
asignificante reclama una repeticion creadora
que forja objetos incorporales, maquinas
abstractas y universos de valor que se imponen
como si siempre hubieran estado deja la aunque
sean totalmente tributarios del acontecimiento
existencial que los saca a la luz.
Por otra parte, esos segmentos cataliticos
existenciales pueden continuar siendo portadores
de denotacion y de significacion. De ahi la
ambiguedad, por ejemplo, de un texto poetico
que puede transmitir un mensaje y a la vez
denotar un referente sin dejar de funcionar


39
esencialmente sobre redundancias de expresion y
de contenido. Proust ha analizado perfectamente
el funcionamiento de esos ritornelos existenciales
como nucleo catalitico de subjetivacion (la
¡ìfrasecilla¡í de Vinteuil, el movimiento de los
campanarios de Martinville, el sabor de la
magdalena, etc.). Conviene senalar aqui que ese
trabajo de localizacion de los ritornelos
existenciales no solo concierne a la literatura y a
las artes. Esa eco-logica funciona igualmente en
la vida cotidiana, en los diversos niveles de la
vida social y, mas generalmente, cada vez que se
cuestiona la constitucion de un Territorio
existencial. Anadamos que esos Territorios
pueden estar tan desterritorializados como uno
pueda imaginar (pueden encarnarse en la
Jerusalen celeste, en una problematica relativa
al bien y al mal, en un compromiso etico-politico,
etcetera). El unico punto comun que existe entre
esos diversos rasgos existenciales es sostener la
produccion de existentes singulares o
resingularizar conjuntos serializados.


40
En todas partes y en todas las epocas, el arte y la
religion han sido el refugio de las cartografias
existenciales basadas en una asuncion de ciertas
rupturas de sentido ¡ìexistencializantes¡í. Pero la
epoca contemporanea, al exacerbar la
produccion de bienes materiales e inmateriales,
en detrimento de la consistencia de los
Territorios existenciales individuales y de grupo,
ha engendrado un inmenso vacio en la
subjetividad, que tiende a devenir cada vez mas
absurda y sin recurso. No solo no se constata
relacion de causa a efecto entre el crecimiento
de los recursos tecnico-cientificos y el desarrollo
de los progresos sociales y culturales, sino que
parece evidente que asistimos a una degradacion
irreversible de los operadores tradicionales de
regulacion social. Aunque sea artificial especular,
ante un fenomeno de este tipo, sobre una vuelta
atras, una recomposicion de las maneras de ser
de nuestros antepasados, sin embargo, eso es lo
que intentan hacer a su manera las formaciones
capitalistas mas ¡ìmodernistas¡í. Vemos, por
ejemplo, que ciertas estructuras jerarquicas que
han perdido una parte notable de su eficacia


41
funcional (en particular debido a los nuevos
medios de informacion y concertacion por
ordenadores) son objeto, no solo por parte de las
capas dirigentes, sino igualmente por parte de las
escalas inferiores, de un surinvestissement.
imaginario, que confina, a veces, como en Japon,
a una devocion religiosa. En el mismo orden de
ideas, asistimos a un reforzamiento de las
actitudes segregadoras respecto a los
inmigrantes, las mujeres, los jovenes e incluso
los viejos. La reaparicion de lo que podriamos
llamar un conservadurismo subjetivo no solo es
imputable al reforzamiento de la represion
social; se debe igualmente a una especie de
crispacion existencial que implica al conjunto de
los actores sociales. El capitalismo post-industrial
que, por mi parte, prefiero calificar de
Capitalismo Mundial Integrado (CMI), tiende cada
vez mas a descentrar sus nucleos de poder de las
estructuras de produccion de bienes y de
servicios hacia las estructuras productoras de
signos, de sintaxis y de subjetividad,
. Entiendase por investissement el hecho de que una persona ponga su energia
siquica en un objeto o en una actividad. (N. del T.).




42
especialmente a traves del control que ejerce
sobre los medios de comunicacion, la publicidad,
los sondeos, etcetera.
Estamos ante una evolucion que deberia
llevamos a reflexionar sobre lo que fueron, a este
respecto, las formas anteriores del capitalismo,
pues tampoco ellas estaban exentas de ese tipo de
propension a capitalizar poder subjetivo, tanto en
las filas de sus elites como en las de sus
proletarios. No obstante, esta propension todavia
no mostraba plenamente su verdadera
importancia, de tal forma que entonces no fue
convenientemente apreciada por los teoricos del
movimiento obrero.
Propongo reagrupar en cuatro principales
regimenes semioticos los instrumentos sobre los
que reposa el CMI:
las semioticas economicas (instrumentos
monetarios, financieros, contables, de decision...);
las semioticas juridicas (titulo de propiedad,
legislacion y reglamentaciones diversas...);


43
las semioticas tecnico-cientificas (planes,
diagramas, programas, estudios,
investigaciones...);
las semioticas de subjetivacion, algunas de las
cuales coinciden con las que acaban de ser
enumeradas, pero a las que convendria anadir
muchas otras, tales como las relativas a la
arquitectura, el urbanismo, los equipamientos
colectivos, etc.
Debemos admitir que los modelos que pretendian
fundar una jerarquia causal entre esos regimenes
semioticos estan a punto de perder todo contacto
con la realidad. Cada vez se hace mas dificil
sostener, por ejemplo, que las semioticas
economicas y las que participan en la produccion
de bienes materiales ocupan una posicion
infraestructural con relacion a semioticas juridicas
e ideologicas como lo postulaba el marxismo. En la
actualidad, el objeto del CMI es un conjunto
inseparable: productivo-economico-subjetivo. Y,
volviendo a las antiguas categorizaciones
escolasticas, se podria decir que es el resultado a


44
la vez de causas materiales, formales, finales y
eficientes.
Uno de los problemas analiticos claves que la
ecologia social y la ecologia mental deberian
afrontar es la introyeccion del poder represivo por
parte de los oprimidos. Aqui la mayor dificultad
reside en el hecho de que los sindicatos y los
partidos, que luchan en principio por defender los
intereses de los trabajadores y de los oprimidos,
reproducen en su seno los mismos modelos
patogenos que impiden en sus filas toda libertad de
expresion y de innovacion. Quiza se necesitara un
periodo de tiempo considerable para que el
movimiento obrero reconozca que las actividades
de circulacion, de distribucion, de comunicacion,
de encuadramiento... constituyen vectores
economico,-ecologicos que se situan rigurosamente
en el mismo plano, desde el punto de vista de la
creacion de plusvalia, que el trabajo directamente
incorporado a la produccion de bienes materiales.
A este respecto, un desconocimiento dogmatico ha
sido alimentado por numerosos teoricos,
confortando a un obrerismo y a un corporativismo
que han desnaturaliza-do y mutilado


45
profundamente los movimientos de emancipacion
anticapitalistas estos ultimos decenios.
Esperamos que una recomposicion y un reajuste
de las finalidades de las luchas emancipadoras
devengan, cuanto antes, correlativas del desarrollo
de los tres tipos de praxis ecologicas evocadas
aqui. Y deseamos que, en el contexto de los nuevos
¡ìelementos¡í de la relacion entre el capital y la
actividad humana, las tomas de conciencia
ecologicas, feministas, antirracistas, etcetera,
logren alcanzar mas rapidamente, como objetivo
principal, los modos de produccion de la
subjetividad, es decir, de conocimiento, de
cultura, de sensibilidad y de sociabilidad que
dependen de sistemas de valor incorporal que
desde ahora se situan en la raiz de los nuevos
agenciamientos productivos.
La ecologia social debera trabajar en la
reconstruccion de las relaciones humanas a todos
los niveles del socius. Jamas debera perder de vista
que el poder capitalista se ha deslocalizado,
desterritorializado, a la vez en extension, al
extender su empresa al conjunto de la vida social,


46
economica y cultural del planeta, y en ¡ìintension¡í,
al infiltrarse en el seno de los estratos subjetivos
mas inconscientes. Puesto que esto es asi, ya no es
posible pretender oponerse a el solo desde el
exterior mediante las practicas sindicales y
politicas tradicionales. Se ha hecho igualmente
imperativo afrontar sus efectos en el dominio de la
ecologia mental en el seno de la vida cotidiana
individual, domestica, conyugal, de vecindad, de
creacion y de etica personal. Lejos de buscar un
consenso embrutecedor e infantilizante, en el
futuro se tratara de cultivar el dissensus y la
produccion singular de existencia. La subjetividad
capitalistica, tal como es engendrada por
operadores de toda naturaleza y de toda talla, esta
manufacturada para proteger la existencia contra
cualquier intrusion de acontecimientos susceptibles
de trastocar y perturbar la opinion. Segun ella,
cualquier singularidad deberia, o bien ser evitada,
o bien pasar bajo la autoridad de equipamientos y
de marcos de referencia especializados. De ese
modo, se esfuerza en gestionar el mundo de la
infancia, del amor, del arte, asi como todo lo que
es del orden de la angustia, de la locura, del dolor,
de la muerte, del sentimiento de estar perdido en


47
el cosmos... A partir de los elementos existenciales
mas personales se deberia incluso decir
infrapersonales el CMI constituye sus agregados
subjetivos masivos, aferrados a la raza, a la
nacion, al cuerpo profesional, a la competicion
deportiva, a la virilidad dominante, a la Star
¡ìmassmediatica¡í. Asegurandose el poder sobre el
maximo de ritornelos existenciales para
controlarlos y neutralizarlos, la subjetividad
capitalistica se embriaga, se anestesia a si misma,
en un sentimiento colectivo de pseudoeternidad.
Sobre el conjunto de esos frentes imbricados y
heterogeneos deberan, creo yo, articularse las
nuevas practicas ecologicas, puesto que su objetivo
es hacer procesualmente activas singularidades
aisladas, rechazadas, que giran sobre si mismas.
(Ejemplo: una clase escolar, en la que se aplican
los principios de la Escuela Freinet, que consiste en
singularizar el funcionamiento global sistema
cooperativo, reuniones de evaluacion, diario,
libertad para los alumnos de organizar su trabajo
individualmente o en grupo, etc.).


48
En esta misma perspectiva, habra que considerar
los sintomas y los incidentes fuera de la norma
como indices de un trabajo potencial de
subjetivacion. Me parece esencial que se organicen
asi nuevas practicas micropoliticas y microsociales,
nuevas solidaridades, un nuevo bienestar
conjuntamente con nuevas practicas esteticas y
nuevas practicas analiticas de las formaciones del
inconsciente. Me parece que es la unica via posible
para que las practicas sociales y politicas vuelvan a
apoyarse en algo firme, quiero decir, trabajen por
la humanidad y no por un simple reequilibrio
permanente del Universo de las semioticas
capitalistas. Se me podria objetar que las luchas a
gran escala no estan necesariamente en sincronia
con las praxis ecologicas y las micropoliticas del
deseo. Pero, ese es el problema:
los diversos niveles de practica no solo no tienen
que ser homogeneizados, conectados unos con
otros bajo una tutela trascendente, sino que
conviene hacer que entren en procesos de
heterogenesis. Las feministas no estaran nunca lo
suficientemente implicadas en un devenir-mujer, y
no existe ninguna razon para pedir a los


49
inmigrantes que renuncien a los rasgos culturales
que corresponden a su ser, o bien a su pertenencia
nacionalitaria. Conviene dejar que las culturas
particulares se desarrollen, inventando otros
contratos de ciudadania. Conviene mantener unida
la singularidad, la excepcion, la rareza con un
orden estatal lo menos pesado posible.
La eco-logica ya no impone ¡ìresolver¡í los
contrarios, como lo deseaban las dialecticas
hegelianas y marxistas. En particular, en el campo
de la ecologia social, llegara un tiempo de lucha en
el que todos y todas se veran obligados a fijarse
objetivos comunes y a comportarse ¡ìcorno
pequenos soldados¡í quiero decir, como buenos
militantes pero, conjuntamente, llegara un tiempo
de resingularizacion en el que las subjetividades
individuales y colectivas ¡ìplegaran velas¡í, y en el
que lo que primara sera la expresion creadora
como tal, sin mas preocupacion respecto a
finalidades colectivas. Esta nueva logica ecosofica,
lo subrayo, se parece a la del artista que puede
verse obligado a rehacer su obra a partir de la
intrusion de un detalle accidental, de un
acontecimiento-incidente que de pronto hace que


50
se bifurque su proyecto inicial, para hacerlo
derivar lejos de sus perspectivas anteriores mas
firmes. Un proverbio dice que ¡ìla excepcion
confirma la regla¡í, pero puede tambien
modificarla o recrearla.
La ecologia medioambiental, tal como existe en la
actualidad, no ha hecho, pienso yo, mas que
esbozar y prefigurar la ecologia generalizada que
yo preconizo aqui y que tendra como finalidad
descentrar radicalmente las luchas sociales y las
maneras de asumir su propia psique. Los actuales
movimientos ecologistas tienen ciertamente
muchos meritos, pero, a decir verdad, pienso que
la cuestion ecosofica global es demasiado
importante para ser abandonada a algunas de sus
corrientes arcaizantes y folklorizantes, que optan a
veces deliberadamente por un rechazo de todo
compromiso politico a gran escala. La connotacion
de la ecologia deberla dejar de estar ligada a la
imagen de una pequena minoria de amantes de la
naturaleza o de especialistas titulados. La ecologia
cuestiona el conjunto de la subjetividad y de las
formaciones de poderes capitalisticos, los cuales
no tienen ninguna garantia de continuar


51
triunfando, como sucedio durante el ultimo
decenio.
No solo la crisis permanente actual, financiera y
economica, puede desembocar en importantes
transformaciones del statu quo social y del
imaginario ¡ìmass-mediatico¡í que lo sustenta, sino
que ciertos temas empleados por el neoliberalismo,
relativos por ejemplo a la flexibilidad de trabajo,
los desequilibrios, etc., pueden perfectamente
volverse contra el.
Insisto, esta eleccion no solo es entre una
fijacion ciega a las antiguas tutelas estatoburocraticas,
un welfare generalizado o un
abandono desesperado o cinico a la ideologia de los
¡ìyuppies¡í. Todo hace pensar que los beneficios de
productividad engendrados por las actuales
revoluciones tecnologicas se inscribiran en una
curva de crecimiento logaritmico. En ese caso, la
cuestion es saber si nuevos operadores ecologicos y
nuevos Agenciamientos de enunciacion ecosoficos
lograran o no orientarlos hacia vias menos
absurdas, menos en callejon sin salida que las del
CMI.


52
El principio comun a las tres ecologias consiste,
pues, en que los Territorios existenciales a los que
nos confrontan no se presentan como en-si,
cerrados sobre si mismos, sino como un para-si
precario, acabado, finitizado, singular,
singularizado, capaz de bifurcarse, en reiteraciones
estratificadas y mortiferas o en apertura procesual
a partir de praxis que permiten hacerlo
¡ìhabitable¡í por un proyecto humano. Esta apertura
praxica constituye la esencia de ese arte de ¡ìla
eco¡í que subsume todas las maneras de domesticar (4)
los Territorios existenciales, tanto si
conciernen a intimas maneras de ser, el cuerpo, el
entorno o a grandes conjuntos contextuales
relativos a la etnia, la nacion o incluso los derechos
generales de la humanidad. Dicho esto, precisemos
que para nosotros no se trata de erigir reglas
universales como guia de esas praxis, sino, a la
inversa, de extraer las antinomias principales entre
los niveles ecosoficos o, si se prefiere, entre las
tres visiones ecologicas, los tres vasos
discriminantes de los que hablamos aqui.

(4) Aqui la raiz eco debe entenderse en su acepcion griega originaria: oikos, es.
Decir: casa, bien domestico, habitat, medio natural.




53
El principio especifico de la ecologia mental reside
en que su forma de abordar los Territorios
existenciales depende de una logica pre-objetal y
pre-personal que evoca lo que Freud ha descrito
como un ¡ìproceso primario¡í. Logica que podria
denominarse del ¡ìtercero incluido¡í, en la que el
blanco y el negro son indistintos, en la que lo bello
coexiste con lo feo, el adentro con el afuera, el
¡ìbuen objeto¡í con el malo... En el caso particular
de la ecologia del fantasma, lo que se requiere en
cada tentativa de anotacion cartografica es la
elaboracion de un soporte expresivo singular o,
mas exactamente, singularizado. Gregory Bateson
ha senalado claramente que lo que el denomina
¡ìecologia de las ideas¡í no puede ser circunscrito al
dominio de la psicologia de los individuos, sino que
se organiza en sistemas o ¡ìespiritu¡í (minds) cuyas
fronteras ya no coinciden con los individuos que
participan en el (5) Pero dejamos de estar de
acuerdo con el cuando convierte la accion y la
enunciacion en simples partes del subsistema
ecologico llamado contexto. Por mi parte, yo
considero que la ¡ìtoma de contexto¡í existencial

(5) Vers: ecologie de esprit, obra citada, tomo II, paginas 93-94.




54
siempre depende de una praxis, que se instaura en
ruptura con el ¡ìpretexto¡í sistemico. No existe una
jerarquia de conjuntos que situe y localice a un
determinado nivel las componentes de
enunciacion. Estas se componen de elementos
heterogeneos que adquieren consistencia y
persistencia comun cuando superan los umbrales
constitutivos de un mundo en detrimento de otro.
Los operadores de esta cristalizacion son
fragmentos de cadenas discursivas asignificantes
que Schlegel consideraba como obras de arte.
(¡ìSemejante a una pequena obra de arte, un
fragmento debe estar totalmente separado del
mundo que lo rodea y cerrado sobre si mismo como
un erizo¡í).(6)
En cualquier momento, en cualquier lugar, el
problema de la ecologia mental puede surgir, mas
alla de los conjuntos bien constituidos, en el orden
individual o colectivo. Para aprehender estos
fragmentos catalizadores de bifurcaciones
existenciales, Freud ha inventado los rituales de la
sesion, de la asociacion libre, de la interpretacion,

(6) Citado por Philippe Lacoue-Labarthe y Jean-Luc Nancy, en L'Absolulitteraire,
1978, pag. 126.




55
en funcion de mitos de referencia psicoanaliticos.
Actualmente, algunas corrientes postsistemicas de
la terapia familiar se esfuerzan en forjar otras
escenas y otras referencias. Todo esto es bello y
bueno! Pero tambien aqui solo se trata de
andamiajes conceptuales incapaces de explicar
producciones de subjetivi-dad ¡ìprimaria¡í, como las
que se despliegan a escala verdaderamente
industrial, especialmente a partir de los ¡ìmedias¡í
y de los equipamientos colectivos. El conjunto de
los corpus teoricos de este tipo presenta el
inconveniente de estar cerrado a una eventual
proliferacion creadora. Mito o teoria con
pretension cientifica, la pertinencia de los modelos
relativos a la ecologia mental deberia ser juzgada
en funcion: 1) de su capacidad para circunscribir
los eslabones discursivos en ruptura de sentido; 2)
de su creacion de conceptos que autoricen una
autoconstructibilidad teorica y practica: el
freudismo responde a duras penas a la primera
exigencia pero no a la segunda; inversamente, el
postsistemismo tendria mas bien tendencia a
responder a la segunda subestimando la primera,
mientras que, en el campo politico-social, los
medios  alternativos¡  desconocen generalmente el


56
conjunto de las problematicas relativas a la ecologia mental.
Por nuestra parte, nosotros preconizamos repensar en otra via las diversas tentativas de modelizacion
psy¡, de la misma manera que las practicas de las
sectas religiosas o las  novelas familiares¡
neuroticas y los delirios psicoticos. No se tratara
tanto de explicar esas practicas en terminos de
verdad cientifica como en funcion de su eficacia
estetico-existencial. Que se utiliza aqui? Que
escenas existenciales se ordenan a duras penas? El
objetivo crucial es la captacion de los puntos de
ruptura asignificantes en ruptura de denotacion, de
connotacion y de significacion a partir de los cuales
un cierto numero de eslabones semioticos se
pondran a trabajar al servicio de un efecto de
autorreferencia existencial. El sintoma repetitivo,
la plegaria, el ritual de la ¡ìsesion¡í, la consigna, el
emblema, el ritornelo, la cristalizacion en relacion con el rostro de la star... inician la produccion de una subjetividad parcial. Podria decirse que son el centro de una proto-subjetividad. Ya los freudianos
habian detectado la existencia de vectores de subjetiva-cion que escapaban al dominio del Yo;


57
subjetividad parcial, complexual, que se organiza en torno a objetos en ruptura de sentido tales
como el seno materno, las heces, el sexo... Pero estos objetos, generado res de subjetividad
¡ìdisidente¡í, los concibieron como si
permanecieran esencialmente adyacentes a las
pulsiones instintivas y a un imaginario
corporeizado. Otros objetos institucionales,
arquitecturales, economicos, cosmicos, soportan
igualmente de pleno derecho esa funcion de
produccion existencial.
Lo repito una vez mas, aqui lo esencial es el cortebifurcacion,
que no se puede representar como tal,
pero que, sin embargo, va a segregar toda una fantasmatica de los origenes (escena primitiva freudiana, mirada ¡ìdefensiva¡í del sistemico de la terapia familiar, ceremoniales de iniciacion, de conjuracion, etcetera). La pura autorreferencia creadora es insostenible para la aprehension de la existencia ordinaria. Su representacion solo puede ocultarla, falsearla, desfigurarla, hacerla transitar por mitos y relatos de referencia lo que yo llamo una metamodelizacion. Corolario: solo podriamos acceder a tales nucleos de subjetivacion creadora


58
en estado naciente por el subterfugio de una economia fantasmatica que se despliega de una forma indirecta. Asi, nadie queda eximido de jugar el juego de la ecologia de lo imaginario!
Ya sea en la vida individual o en la vida colectiva,
el impacto de una ecologia mental no presupone
una importacion de conceptos y de practicas a
partir de un campo ¡ìpsy¡í especializado. Hacer
frente a la logica de la ambivalencia deseante,
dondequiera que ella se perfile en la cultura, la
vida cotidiana, el trabajo, el deporte, etcetera,
volver a apreciar la finalidad del trabajo y de las
actividades humanas en funcion de otros criterios
que no sean los del rendimiento y el beneficio:
estos imperativos de la ecologia mental reclaman
una movilizacion adecuada del conjunto de los
individuos y de los segmentos sociales. Donde
situar, por ejemplo, los fantasmas de agresion, de muerte, de violacion, de racismo en el mundo de la
infancia y de la madurez regresiva? Mas que utilizar incansablemente procedimientos de censura y de
contencion, en nombre de grandes principios morales, acaso no convendria promover una verdadera ecologia del fantasma, referida a


59
transferencias, traslaciones, reconversiones, de sus materias de expresión?(7).  Evidentemente, es legitimo
ejercitar una represion respecto a cualquier paso a la accion¡. Pero, previamente, se deben disponer
modos de expresion adecuados a las
fantasmogorias negativistas y destructivas, de tal
manera que puedan, como en el tratamiento de la
psicosis, ab-reaccionar a fin de volver a conectar
Territorios existenciales que parten a la deriva.
Una tal ¡ìtransversalizacion¡í de la violencia implica
que no se presupone la existencia insoslayable de
una pulsion de muerte intrapsiquica,
constantemente al acecho, dispuesta a arrasarlo
todo a su paso desde el momento en que los
Territorios del Yo pierden su consistencia y su
vigilancia. La violencia y la negatividad siempre
son el resultado de Agenciamientos subjetivos
complejos; no estan intrinsecamente inscritas en la
esencia de la especie humana. Se construyen y se
mantienen mediante multiples Agenciamientos de
enunciacion. Sade y Celine se han esforzado, con
mas o menos fortuna, en hacer casi barrocos sus fantasmas negativos. Por esa razon, deberian ser

(7)  Un ejemplo de la reconversion humoristica de las pulsiones sadicas es la
pelicula de Roland Topor, titulada El Marquez.




60
considerados como autores claves de una ecologia mental. Sin una tolerancia y una inventiva permanente para imaginarizar¡  los diversos avatares de la violencia, la sociedad corre el riesgo
de hacerlos cristalizar en lo real.
Lo vemos hoy en dia, por ejemplo, con la
explotacion comercial intensiva de los comics
escatologicos destinados a los ninos.(8) Pero, de
forma mucho mas inquietante bajo la especie de
un tuerto a la vez repugnante y fascinante que,
mejor que nadie, sabe imponer lo implicito racista
y nazi de su discurso, tanto en la escena de los
¡ìmedias¡í como en el seno de las relaciones de
fuerzas politicas. Vale mas no enganarse: la fuerza
de este tipo de personaje tiene que ver con el
hecho de que logra hacerse el interprete de montajes pulsionales que pueblan, de hecho, el conjunto del socius.
No soy tan ingenuo y utopico como para pretender que existe una metodologia analitica capaz de erradicar profundamente todos los fantasmas que

(8)  Cf. La encuesta de Liberation del 17 de marzo de 1989, titulada SOS
Crados¡




61
conducen a reificar la mujer, el inmigrante, el loco, etc., y acabar con las instituciones penitenciarias, psiquiatricas, etc. Pero me parece que una generalizacion de las experiencias de
analisis institucional (en el hospital, en la escuela,
en el entorno urbano...) podria modificar
profundamente los elementos de ese problema. Se
necesita una inmensa reconstruccion de los
mecanismos sociales para hacer frente a los
estragos del CMI. Ahora bien, esta reconstruccion
no depende tanto de reformas desde arriba, leyes,
decretos, programas burocraticos, como de la
promocion de practicas innovadoras, la
proliferacion de experiencias alternativas,
centradas en el respeto de la singularidad y en un
trabajo permanente de produccion de subjetividad,
que se autonomicen al articularse
convenientemente con el resto de la sociedad. Dar
cabida a las brutales desterritorializaciones de la
psique y del socius, en eso consisten los fantasmas de violencia, puede conducir, no a una sublimacion milagrosa, sino a reconversiones de Agenciamientos
que desbordan por todas partes el cuerpo, el Yo, el individuo. El Super-ego punitivo y la culpabilizacion
mortifera no pueden alcanzarse por los medios


62
ordinarios de la educacion y del savoir vivre. Exceptuando el Islam, las grandes religiones tienen
cada vez menos influencia sobre la psique, mientras que en todo el mundo vemos florecer una
especie de retomo al totemismo y al animismo. Las
comunidades humanas atrapadas en la tormenta
tienen tendencia a replegarse sobre si mismas,
dejando a los politicos profesionales la
responsabilidad de regir la organizacion social,
mientras que los sindicatos se ven superados por
las mutaciones de una sociedad que por todas
partes esta en crisis latente o manifiesta.(9)
El principio particular de la ecologia social esta
relacionado con la promocion de un investissement afectivo y pragmatico sobre grupos humanos de
dimensiones diversas. Este ¡ìEros de grupo¡í no se presenta como una cantidad abstracta, sino que
corresponde a una reconversion cualitativamente especifica de la subjetividad primaria que depende

(9)  Un sintoma de este estado de hecho consiste en la proliferacion de
coordinaciones¡ espontaneas cuando se producen grandes movimientos
sociales. Subrayemos el hecho de que a veces utilicen servicios telematicos a fin
de desarrollar la expresion de la base¡ (por ejemplo, el Minitel 3.615 codigo
ALTER).




63
de la ecologia mental. Aqui se presentan dos opciones: o bien la triangulacion personologica de
la subjetividad segun un modo Yo-TU-EL, padremadre- niño.., o bien la constitucion de grupossujetos
autorreferentes que se abren ampliamente
sobre el socius y el cosmos. En el primer caso, el yo
y el otro estan construidos a partir de un juego de
identificaciones y de imitaciones estandares que
conducen a grupos primarios replegados sobre el
padre, el jefe, la star¡ìmass-mediatica¡í. En efecto,
los grandes ¡ìmedias¡í actuan en el sentido de esa
psicologia de masas maleables. En el segundo caso,
en el espacio y lugar de sistemas identificatorios se
utilizan rasgos de eficiencia diagramaticos. Aqui se
escapa, al menos parcialmente, a las semiologias
de la modelizacion iconica en beneficio de
semioticas procesuales que yo evitaria llamar
simbolicas para no volver a caer en los errores
estructuralistas. Lo que caracteriza a un rasgo
diagramatico, con relacion a un icono, es su grado de desterritorializacion, su capacidad de salir de si
mismo para constituir cadenas discursivas que actuan sobre el referente. Por ejemplo, se puede distinguir la imitacion identificatoria de un alumno pianista con su maestro de una transferencia de


64
estilo susceptible de bifurcarse en una via singular.
De forma general, se distinguiran los agregados imaginarios de multitud de los Agenciamientos colectivos de enunciacion que implican tanto
rasgos prepersonales como sistemas sociales o
componentes maquinicos. (Aqui se opondran los
maquinismos vivientes autopoieticos¡(10) a los
mecanismos de repeticion vacia).
Dicho esto, las oposiciones entre esas dos
modalidades nunca son tan claras: una multitud
puede estar habitada por grupos que desempenan
la funcion de lider de opinion, y unos grupossujetos
pueden volver a caer en el estado amorfo y
alienante. Las sociedades capitalisticas expresion
bajo la que yo incluyo, junto a las potencias del
Oeste y del Japon, los llamados paises del
socialismo real y las Nuevas Potencias Industriales
del Tercer Mundo fabrican desde ahora, para
ponerlos a su servicio, tres tipos de subjetividad:
una subjetividad serial que corresponde a las clases asalariadas, otra a la inmensa masa de los no-

(10) En el sentido de Francisco Varella, Autonomie et connaissance, Paris, Le
Senil, 1989.




65
asegurados¡  y, por ultimo, una subjetividad elitista que corresponde a las capas dirigentes. La
massmediatizacion¡  acelerada del conjunto de las sociedades tiende asi a crear una separacion cada
vez mas pronunciada entre esas diversas categorias de poblacion. Entre las elites, encontramos una
disponibilidad suficiente de bienes materiales, de
medios de cultura, una practica minima de la
lectura y de la escritura y un sentimiento de
competencia y de legitimidad en las decisiones.
Entre las clases sometidas, encontramos, por regla
general, un abandono al orden de las cosas, una
perdida de esperanza de dar un sentido a su vida.
Un punto programatico primordial de la ecologia
social sera hacer transitar esas sociedades
capitalisticas de la era ¡ìmass-mediatica¡í hacia una
era posmediatica, entendiendo por ello una
reapropiacion de los ¡ìmedias¡í por una multitud de
grupossujetos, capaces de dirigirlos hacia una via
de resingularizacion. Una perspectiva de este tipo
puede parecer hoy inalcanzable. Pero la situacion
actual de maxima alienacion por los ¡ìmedias¡í no
depende de ninguna necesidad intrinseca. En ese dominio, me parece que la vision fatalista de las


66
cosas corresponde al desconocimiento de varios factores:
a) las bruscas tomas de conciencia de las masas que siempre resultan posibles;
b) el desmoronamiento progresivo del
estalinismo y de sus avatares, que da paso a otros
Agenciamientos de transformacion de las luchas
sociales;
c) la evolucion tecnologica de los ¡ìmedias¡í, en
particular su miniaturizacion, la disminucion de su
coste, su posible utilizacion para fines no
capitalisticos;
d) la recomposicion de los procesos de trabajo
sobre los escombros de los sistemas de produccion
industriales de principios de siglo que reclama una
produccion creciente de subjetividad creacionista¡,  tanto en un plano individual como en un plano colectivo. (A traves de la formacion permanente, el resurgimiento de la mano de obra, las transferencias de competencia, etc.).


67
A las primeras formas de sociedad industrial les ha correspondido laminar y socializar la subjetividad
de las clases trabajadoras. En la actualidad, la especializacion internacional del trabajo ha exportado hacia el Tercer Mundo los metodos de
trabajo en cadena. En la era de las revoluciones
informaticas, del auge de las biotecnologias, de la
creacion acelerada, de nuevos materiales y de una
¡ìmaquinizacion¡í cada vez mas fina del tiempo,(11)
nuevas modalidades de subjetivacion estan a punto
de surgir. Cada vez se recurrira mas a la
inteligencia y a la iniciativa, pero en contrapartida
se pondra mucho mas cuidado en la codificacion y
en el control de la vida domestica de la pareja
conyugal y de la familia nuclear. En resumen,
territorializando a la familia a gran escala (por los
medias¡, los servicios de asistencia, los salarios indirectos...), se intentara aburguesar al maximo la
subjetividad obrera.
Las operaciones de reindividuacion y de familiarizacion¡  no tienen el mismo efecto si

(11) Sobre estos cuatro factores en plena mutacion, vease el informe de Thierry
Gaudin,  Rapport sur l'etat de la technique¡, CPE, Science et Techniques
(numero especial).




68
tienen por objeto un terreno de subjetividad colectiva devastada por la era industrial del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX, o si atacan a terrenos en los que se han conservado ciertos
rasgos arcaicos heredados de la era precapitalista.
A este respecto, el ejemplo del Japon y el de Italia
parecen significativos, puesto que se trata de
paises que han logrado insertar industrias de
vanguardia en una subjetividad colectiva que ha
conservado ataduras con un pasado a veces muy
remoto (que se remonta al sinto-budismo en el
caso del Japon y a las epocas patriarcales en el de
Italia). En esos dos paises, la reconversion
postindustrial se ha efectuado por transiciones
relativamente menos brutales que en Francia, por ejemplo, donde regiones enteras quedaron, durante un largo periodo, fuera de la vida economica activa.
En cierto numero de paises del Tercer Mundo asistimos igualmente a la superposicion de una
subjetividad medieval (relacion de sumision al clan, alienacion total de las mujeres y de los niñ@s, etc.) y de una subjetividad


69
postindustrial. Por otra parte, uno se puede preguntar si ese tipo de Nuevas Potencias Industriales, por ahora localizadas principalmente en las costas del mar de China, no va igualmente a proliferar en las costas del Mediterraneo y en las costas del Africa atlantica. Si eso fuera asi , veriamos toda una
serie de regiones de Europa sometidas a fuertes
tensiones, debido a un trastocamiento radical
de sus fuentes de ingresos y de su estatuto de
pertenencia a las grandes potencias blancas.
En esos diversos dominios, las problematicas
ecologicas se entremezclan. Abandonada a si
misma, la eclosion de los neoarcaismos sociales
y mentales puede conducir ¢®tanto a lo mejor
como a lo peor! Estamos ante una cuestion
peligrosa: el fascismo de los Ayatollahs, no lo
olvidemos, solo se ha instaurado sobre la base
de una profunda revolucion popular en Iran. Las recientes revueltas de jovenes, en Argelia, han
mantenido una doble simbiosis entre las formas de vivir occidentales y las diversas mezclas de


70
integrismo. La ecologia social espontanea trabaja en la constitucion de Territorios existenciales que sustituyen a duras penas a los antiguos controles rituales y religiosos del
socius. Parece evidente que, en ese dominio,
mientras no se produzca el relevo de praxis
colectivas politicamente coherentes, siempre
seran, a fin de cuentas, las empresas
nacionalistas reaccionarias, opresivas para las
mujeres, los ninos, los marginales, y hostiles a
cualquier innovacion, las que triunfen. Aqui no
se trata de proponer un modelo prefabricado de
sociedad, sino unicamente de responsabilizarse
del conjunto de las componentes ecosoficas cuyo objetivo sera, en particular, el establecimiento de nuevos sistemas de valorizacion.
Ya he senalado que cada vez es menos legitimo que las retribuciones financieras y de prestigio de las actividades humanas socialmente reconocidas solo esten reguladas por un mercado basado en el beneficio. Otros muchos


71
sistemas de valor deberian ser tenidos en cuenta (la ¡ìrentabilidad¡í social, estetica, los valores del deseo, etc.). Hasta el presente, solo el Estado esta en posicion de arbitrar dominios de valor que no proceden del beneficio capitalista (por ejemplo: la apreciacion del dominio del patrimonio).
Parece necesario insistir en el hecho de que
nuevos relevos sociales, tales como fundaciones
reconocidas de utilidad social, deberian poder
flexibilizar y ampliar la financiacion del Tercer
Sector ni privado, ni publico que se vera
constantemente obligado a ampliarse a medida
que el trabajo humano sea sustituido por el
trabajo maquinico. Por encima de unos ingresos
minimos garantizados para todosreconocidos
como derecho y no en concepto de contrato
llamado de reinsercion, el problema se perfila
como una disponibilidad de los medios para
dirigir acciones individuales y colectivas
orientadas en el sentido de una ecologia de la resingularizacion. La busqueda de un Territorio o una patria existencial no pasa necesariamente


72
por la de una tierra natal o una filiacion de origen lejano. Con mucha frecuencia, los movimientos nacionalitarios (de tipo vasco, irlandes), debido a antagonismos exteriores, se
repliegan sobre si mismos, dejando de lado las
otras revoluciones moleculares relativas a la
liberacion de la mujer, a la ecologia
medioambiental, etc. Se pueden concebir todo
tipo de ¡ìnacionalidades¡í desterritorializadas,
como la musica, la poesia... Lo que condena el
sistema de valorizacion capitalista es su caracter
de equivalente general, que aplasta todos los
demas modos de valorizacion, los cuales se
encuentran asi alienados por su hegemonia. A
todo esto convendria, si no oponer, al menos
superponer instrumentos de valorizacion basados en las producciones existenciales que no pueden
ser determinados ni en funcion unicamente de un tiempo de trabajo abstracto, ni de un beneficio capitalista descontado. Surgiran nuevas ¡ìbolsas¡í de valor, nuevas deliberaciones colectivas que daran su oportunidad a las acciones mas individuales, mas singulares, mas disen-suales apoyandose en particular en medios de


73
concertacion telematicos e informaticos. La nocion de interes colectivo deberia ampliarse a acciones que, a corto plazo, no beneficien¡ a nadie, pero que, a largo plazo, sean portadoras de un enriquecimiento proce-sual para el conjunto de la humanidad. Lo que aqui se
cuestiona es el conjunto del futuro de la
investigacion fundamental y del arte.
Esta promocion de valores existenciales y de
valores de deseo no se presentara, lo subrayo,
como una alternativa global, constituida de pies
a cabeza. Sera el resultado de un
desplazamiento generalizado de los actuales
sistemas de valor y debido a la aparicion de
nuevos polos de valorizacion. A este respecto,
es significativo que, durante el ultimo periodo,
los cambios sociales mas espectaculares se han
producido a consecuencia de ese tipo de
desplazamiento a largo plazo. En un plano
politico, por ejemplo en las Filipinas o en Chile, o, en el plano nacionalitario, en la URSS, donde mil revoluciones de los sistemas de valor se infiltran progresivamente. Corresponde a las


74
nuevas componentes ecologicas polarizarlas y afirmar su peso en las relaciones de fuerzas politicas y sociales.
El principio especifico de la ecologia medioambiental es que en ella todo es posible,
tanto las peores catastrofes como las
evoluciones imperceptibles.(12) Los equilibrios
naturales incumbiran cada vez mas a las
intervenciones humanas. Llegara un tiempo en
el que sera necesario introducir inmensos
programas para regular las relaciones entre el
oxigeno, el ozono y el gas carbonico en la
atmosfera terrestre. Se podria perfectamente
recalificar la ecologia medioambiental de
ecologia maquinica, puesto que, tanto en el
cosmos como en las praxis humanas, nunca se
trata de otra cosa que de maquinas, y yo incluso osaria decir de maquinas de guerra. Desde siempre, la naturaleza¡  ha estado en

(12) Gregory Bateson hablaba de un presupuesto de la flexibilidad¡ al comparar el
sistema ecologico a un acrobata sobre una cuerda (vers une ecologie de l'esprit,
obra citada, pag. 256).




75
guerra contra la vida! Pero la aceleracion de los progresos¡  tecnico-cientificos conjugados con la enorme explosion demografica implica que una especie de fuga hacia adelante se inicie de
inmediato para controlar la mecanosfera. En el futuro, el problema ya no solo sera la defensa
de la naturaleza, sino una ofensiva para reparar el
pulmon amazonico, para reflorecer el Sahara. La
creacion de nuevas especies vivientes, vegetales y
animales, pertenece ineluctablemente a nuestro
horizonte y hace urgente no solo la adopcion de
una etica ecosofica adaptada a esta situacion a la
vez terrorifica y fascinante, sino tambien una
politica focalizada en el destino de la humanidad.
El relato de la genesis biblica esta a punto de ser
sustituido por los nuevos relatos de la recreacion
permanente del mundo. Aqui, nosotros no sabriamos
hacer nada mejor que citar a Walter Benjamin
condenando el reduccionismo correlativo de la primacia de la informacion:  Cuando la informacion
sustituye a la antigua relacion, cuando cede su sitio a la sensacion, ese doble proceso refleja una
degradacion creciente de la experiencia. Todas esas


76
formas, cada una a su manera, se liberan del relato, que es una de las formas mas antiguas de
comunicacion. A diferencia de la informacion, el relato no se preocupa de transmitir lo puro en si del
acontecimiento, lo incorpora a la vida misma del que lo cuenta para comunicarlo como su propia
experiencia al que lo escucha. De ese modo, el narrador deja en el su huella, como la mano del
alfarero sobre el vaso de arcilla.(13)
Sacar a la luz otros mundos que los de la pura
informacion abstracta, engendrar universos de
referencia y Territorios existenciales en los que la
singularidad y la finitud sean tenidos en cuenta por
la logica multivalente de las ecologias mentales y por
el principio de Eros de grupo de la ecologia social y
afrontar el cara a cara vertiginoso con el Cosmos
para someterlo a una vida posible, tales son las vias
imbricadas de la triple vision ecologica.
Asi pues, creo que una ecosofia de nuevo tipo, a la
vez practica y especulativa, etico-politica y estetica,
debe sustituir a las antiguas formas de compromiso
religioso, politico, asociativo... No sera ni una

(13) Walter Benjamin, Essais 2, traduccion de Maurice de Gandillac, Paris, Denoel, Gonthier, 1983, pag. 148.




77
disciplina de repliegue sobre la interioridad, ni una simple renovacion de las antiguas formas de militantismo¡. Se tratara mas bien de un movimiento de multiples facetas que instaura
instancias y dispositivos a la vez analiticos y
productores de subjetividad. Subjetividad tanto
individual como colectiva, que desborda por todas
palies las circunscripciones individuadas,
¡ìacunadas¡í, cerradas sobre identificaciones y que se
abre en todas direcciones hacia el socius, pero
tambien hacia Filum maquinicos, universos de
referencia tecnico-cientificos, mundos esteticos, e
igualmente hacia nuevas aprehensiones ¡ìprepersonales
¡í del tiempo, del cuerpo, del sexo...
Subjetividad de la resingularizacion capaz de encajar
directamente el choque con la finitud bajo la especie del deseo, del dolor, de la muerte... Todo un rumor
me dice que ya nada de eso es evidente! Por todas partes se imponen algo asi como corazas
neurolepticas para huir precisamente de toda singularidad intrusiva. Una vez mas, habra que
invocar la Historia! Al menos para explicar que existe el riesgo de que ya no haya historia humana si no se
produce una radical recuperacion del control de la humanidad por si misma. Por todos los medios posibles, se trata de conjurar el crecimiento


78
entropico de la subjetividad dominante. En lugar de mantenerse eternamente en la eficacia embaucadora
de los trofeos  economicos¡, se trata de reapropiarse de los universos de valor en cuyo seno podran volver a encontrar consistencia procesos de singularizacion. Nuevas practicas sociales, nuevas practicas esteticas, nuevas practicas del si mismo en
la relacion con el otro, con el extranjero con el
extrano:  todo un programa que parecera bien
alejado de las urgencias del momento! Y sin embargo
es en la articulacion:
de la subjetividad en estado naciente;
del socius en estado mutante;
del medio ambiente en el punto en el que puede
ser reinventado; donde se dilucidara la salida de las
crisis mas importantes de nuestra epoca.
En conclusion, las tres ecologias deberian
concebirse, en bloque, como dependiendo de una
disciplina comun etico-estetica y como distintas las
unas de las otras desde el punto de vista de las
practicas que las caracterizan. Sus registros dependen de lo que yo he llamado una heterogenesis, es decir, de procesos continuos de resingularizacion. Los individuos han de devenir a la


79
                                vez solidarios y cada vez mas diferentes. (Lo mismo
                                   sucede con la resingularizacion de las escuelas, de
                                                   los ayuntamientos, del urbanismo, etc.).
                                    La subjetividad, a traves de las vias transversales,
                                               se instaura conjuntamente en el mundo del          medio ambiente, de los grandes Agenciamientos sociales e
institucionales y, simetricamente, en el seno de los
      paisajes y fantasmas que habitan las esferas mas
                              intimas del individuo. La reconquista de un grado de
                                        autonomia creadora en un dominio particular
reclama otras reconquistas en otros dominios. Hay
        que forjar toda una catalisis de la recuperacion de
                confianza de la humanidad en si misma, paso a paso,
y a veces a partir de los medios mas minusculos.
           Como este ensayo, que desearia,  aunque sea
                        modestamente, poner freno a la grisalla y la
             pasividad dominantes.(14)

(14) En la perspectiva de una ecologia global, Jacques Robin, en un informe
titulado: Pensar a la vez la ecologia, la sociedad y Europa, aborda con una rara
competencia y en una via paralela a la nuestra, las relaciones entre la ecologia
cientifica, la ecologia economica y la emergencia de sus implicaciones eticas.
(Groupe Ecologie d'.Europe 93, 22, rue Dussoubs, 75002 Paris, año 1989).

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